viernes, 27 de enero de 2017

78. Inadaptado

Ayer, durante una larga y profunda charla con una de esas personas con las que parece que sí me entiendo, comprendí que debería empezar a asumir que jamás encajaré en esta sociedad.
Todas esas absurdas convenciones sociales, todas esas frases hechas que se dicen de manera vacua, el tener que contar medias verdades en vez de ser claro, el tener que aparentar estar rodeado de personas para no sentirse solo y sonreír a cámara aunque dentro de ti eso parezca una maraña de basura. Son muchas cosas las que no entiendo y tampoco comparto de este absurdo espejismo de la sociedad. Evidentemente no es agradable en ciertos momentos, pero siempre encuentras algo o a alguien que te hace ver que eso no merece la pena. Cada uno es como es, sin tener la culpa de ello, y lo mejor es aceptarlo y tirar p’alante.
Me doy cuenta, además, que la inmensa mayoría de mis textos de mierda rezuman frustración e incomprensión. Bueno, es que no es de otra forma, qué le voy a hacer. Escribo estas gilipolleces desde mi parte más profunda y sincera y, si esto es lo que siento, no voy a camuflarlo.
Todo viene a raíz de ver la diferencia entre hablar con esas dos o tres personas que te comprenden y hablar con todos los demás. Para unos eres alguien más, para los otros eres un bicho raro, inadaptado, en cierto modo surrealista…


Pero bueno, eso, que hay que seguir, luchando por alcanzar completar nuestro ser a través de nuestras acciones.

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