sábado, 22 de julio de 2017

91. Amanece, que no es poco

Y, literalmente, como indica el título, amanece un sábado de empalme (empalme sin fiesta, fue una larga siesta y una noche en vela como muchas otras).
En el horizonte sólo dos objetivos: terminar con buen sabor de boca este nuevo reto y terminar como sea en el que llevo enfrascado cuatro años. Después de ello ni dios sabe qué ocurrirá.
A pesar de ver de todo a mi alrededor, cada vez tengo más claro que lo único que importa es cómo me pueda sentir conmigo mismo y lo feliz que soy en este instante, en el presente. 
Los estados de ánimo del pasado ayudan a comprender el presente pero no lo definen. Mientras tanto, los del futuro no existen, y ya puedes intentar anticiparlos que no serán exactamente cómo esperabas.

Noto poco a poco subiendo esto, como antes, con el caos bajo control, a pesar de no dormir y calmar mis ansias escribiendo.
De nuevo, muchos proyectos en mente. Muchas ganas de todo y mucho hambre.


Óxido y hueso
Hierba y cemento
Gélido beso
Lluvia y lamento


Os escribiría una oda, amantes, porque está amaneciendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario