lunes, 11 de septiembre de 2017

93. Rozándola con los dedos

Desde que me tomo las cosas con más calma soy muchísimo más feliz.
Gracias a ello, he meditado mis tiempos y mis posibilidades reales ante diferentes situaciones.
Pero, como es costumbre, siempre hay cosas inesperadas, sensaciones inusuales o rara vez vistas...U olvidadas.

Y es que siempre, siempre, cuando tengo una cosa bajo control, aparece otra (descontrolada) justo después. Quizá sea esa sensación de tener la atención puesta en algo y apartar dicha atención cuando no se corre peligro, y viceversa. Sea lo que sea, ahora, estoy en ese instante de cambio.

El miedo, algo que rara vez había conocido o, al menos, sólo de manera puntual, aparece de nuevo en escena. Otro reto, pensé, pero quizá sea más que eso, quizá sea clave en el devenir de muchas cosas.

Arriesgar o morir. Menos mal que tras miles de decepciones sigo ilusionado, de lo contrario viviría con miedo. Oh, espera, era eso.

Y la libertad, ahí está, a la vuelta de la esquina. Y , ahí estás, a la vuelta de la esquina.